22 abr 2010

Al Abrigo de la Noche.

Por Le Marthelle


Me cubro con las sombras de la febril oscuridad, que el lastimero frio de esta amarga noche de noviembre me ha dejado, para que pasaras sin huella al valle de la muerte y cambiarme por seres inanimados que gozan ahora con tu presencia.

Al abrigo de la noche encuentro el temple paralizado de tu ausencia, la rosa marchita es el reflejo de tu existencia que marco el sendero de mi lúgubre estancia y mi eterna espera.

Lo que antes era roció, pasa a ser una caricia del viento que quema frio y pertenece a este invierno maldito. La soledad ya es una vieja compañera, pero es ahora cuando la veo más clara, más perpetua. El calor de la hoguera, termina siendo ese fuego pasional que antes calentaba mi alma, ahora no es más que cenizas del recuerdo pasado del tiempo, que me dice que no podre soportar mucho en este mundo lastimero y vil sin tu estadía.

Trato de pasar el tiempo leyendo los mismos libros que tú leías, frente a esa chimenea, e imagino que los acariciabas con las sutiles manos de seda que en un tiempo atrás recorrían mi cuerpo, en vez de estas secas hojas llenas de palabras sin sentido ahora para mí. No puedo continuar leyendo, lo arrojo al calor de las llamas.

El recuerdo de tus labios, permanece en mi ser, pues ahora dejaron los míos de pronunciar tu nombre, ya no tienen nada mejor que decir, solo saboreo mi boca con la lengua creyendo ingenuo que fuera la tuya por tan solo un momento. Por eso escribo ahora letras con sangre para relatar lo trágico de mi memoria y del final que me aguarda impaciente.

Tomo la daga con la que una vez cuide de ti, con la que te protegía, ahora será el instrumento que placido calle mi corazón, la entierro en mi ente, gota a gota cae ese liquido tibio del color de la rosa olvidada, y sin mas suspiros que mi propio aliento agonizante dejare de existir, así lentamente, despacio.

Al abrigo de la noche, se encuentra la tierra blanda, sin vida, que marca el lugar de mi entierro junto a tu cuerpo inmóvil. Ahí, en ese lugar quiero que depositen mi pleno desgarrado por el llanto que me ha dejado tu dolor. Que los cuervos, ángeles o demonios, esas aves de ébano cuiden de la necrópolis, y por último el epitafio gravado en aquella piedra de mármol blanco, que rece de esta forma: “Aquí yace aquel que con sueños en sus manos despertó a una vida donde lo espera su amada, su feliz y por siempre eterna compañía”.

6 comentarios:

  1. Alonso:

    BIEN! Muchísimo mejor...

    La lectura es agradable, es suave y tiene un buen ritmo.

    Conservas el mismo estilo que utilizas a la hora de escribir poesía, pero funciona mucho mejor como narrativa.

    Sin duda creo que es tu género.
    Podría seguir sonando como un diálogo, pero lo disfruté.
    Me conecté con el que narraba y pude ver realmente con las imágenes que utilizaste lo que sentía.

    Buen trabajo!

    Tal vez el final se me hubiera antojado más intenso.
    Pero fue un buen trabajo... :)

    -Cristina

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  2. Primero, hay que echarle ganas a la ortografía.. "RocÍo" en lugar de "rociÓ", etc... Es un texto realmente pesado, difícil de leer, y bastante, pero bastante trillado... En los cuadernos de cualquier morro gótico seguramente lo enkontraras en mil versiones diferentes... "Trato de pasar el tiempo leyendo los mismos libros que tú leías" es lo unico que rescato del texto...

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  3. En parte tienez razón Azul me inspire despúes de a ver leido un texto de Edgar Allan Poe

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  4. con razon!!!
    apenas iba a decirte que si era un contra-cuento para el poe jajaja
    aun asi se me hace bueno
    y noto una mejoria bien perrona en relacion con tus antiguos y barbudos textos
    muy bien alonso muy bien!

    (no se me hizo chido que subrayaras las palabras creo que todos supimos perfectamente que ahi estaban)

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  5. Sutil, muuuuuuuuuy sutil eso me agrada, aunque hubiera sido muy chevere un final que despertara al lector de ese letargo que induces con tu texto. Me gusto mucho C:

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  6. Sin duda, esto se te da bien.
    Me daba mucha curiosidad leer un cuento tuyo porque tus poemas están como "narrados". Y sí, este texto es coherente y claro, aunque me cansa un poco leerlo, pienso que te excedes con los adjetivos y eso le resta mérito a la historia.
    Estás mejorando mucho, eso sí, tomas en cuenta las críticas y eso se nota cada semana. Ahora, sería un reto interesante si probaras a introducir algo de tu lenguaje cotidiano en una historia :)

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