2 jun 2010

Amor amarilllo.


Por Fernando Azul


30 de Marzo

Me corté la oreja. No sé por qué. Estaba todo muy tranquilo, conversaba en la mesa con Paul. Comíamos un poco de pan, bebiamos un poco de vino. Pudimos comprar el pan y el vino gracias al dinero que mandó mi hermano en su última carta, y también con el dinero que se ganó Paul al vender uno de sus cuadros. Bueno, estábamos discutiendo sobre la obra más reciente de Henri, cuando, de repente, todo comenzó a dar vueltas; la cara de mi amigo se tornó pura carne, el pan era como una masa amorfa que sólo estaba ahí, yaciente, inerte, y el vino, sangre coagulada. Tomé el cuchillo, y como si mi oreja fuera el pan que antes comía, la corté de un sólo tajo. Cayó al suelo con un ruido sordo y algo húmedo. De repente todo se tornó amarillo. Mi cara y mis manos manchadas de pintura amarilla. Las paredes amarillas. Incluso Gauguin se veía algo amarillo. Dí un sorbo al líquido espeso que quedaba en mi vaso, y me asomé por la ventana. Esa noche habían muchas estrellas. Y brillaban, brillaban como nunca. Me detuve a mirarlas un momento. Poco a poco fueron perdiendo el brillo, y cuando se les escurrió todo el color, salí de la casa y caminé por el campo. Nunca voy al campo sin mi escopeta. Súbitamente todo comenzó a dar vueltas nuevamente; mis ojos me dolían. Me dolía todo el cuerpo. Pero era mayor el dolor de mi espíritu. Y ahí lo vi, el enemigo, el mal, la enfermedad crónica estaba dentro de mí. Me di un disparo. Sólo así podía detener la fiebre. Estuve tirado en el campo por tres días, viendo a las estrellas ir y venir, oyendo a los pájaros, sintiendo cómo el cáncer que la sociedad plantó en mi cuerpo a través de sus conservacionalistas ideas; con el amarillo saliendo de mí a chorros. Entonces, todo acabó. Mi hermano enfermo, o algo parecido, Gauguin siguió con su vida, Henri se volvió loco, y alguien más loco aún, compró uno de mis cuadros.

4 comentarios:

  1. Azul,

    Hay una infinidad de frases que me parecen estupendas.
    La transición de haberse cortado la oreja a esa idea sensacional de la pintura amarilla me parece muy intrigante.
    El lenguaje es muy poético y dulce, lo cual me pareció satisfactorio.

    Ahora, la puntuación me crea mucho conflicto.
    Hace la lectura algo tediosa y un tanto confusa.

    Creo que te hiciste de una idea de lo que era la vida de tu personaje con ese pequeño detalle que todos conocemos muy bien, sin embargo, no quedó muy bien definido si en realidad le sucedió eso al personaje o si sólo fue algo que alguien escribió sobre él.

    Sin embargo, tuviste una gran idea.

    Transmite mucha tristeza, pero de esa que no deja mal sabor de boca. Bien.

    -Cristina

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  2. Tuve la sensación de que estabas pasando por una mala racha en cuanto a la calidad de tus textos: pero el de este ejercicio rompe con la mala temporada.
    Es una gran mejora: directo, preciso, sencillo, pero con un lenguaje muy bello. Supiste construir imágenes bien padres y placenteras, a la vez que interesantes.

    Por otro lado, me hubieran gustado más separaciones de párrafos en el texto. El que vaya todo junto entorpece un poco la lectura, pero gracias a su brevedad, no llega a cansar.

    Me gusta el título, y bueno, Vincent fue una de mis fantasías de preadolescente, así que te diré: gran trabajo, continúa mejorando.

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  3. Me fascino la forma de narrar la locura.








    Joder,
    en verdad me gustó mucho.
    El ritmo,
    el lenguaje,
    la imagenes,
    los puntos,
    excelente.







    Nada malo que criticar.








    Van!







    Mosca

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  4. Creo que te pasa lo que me pasa en ocasiones a mi; separa un poco, dos tres párrafos no estarían nada mal para el que lee.
    Me gusto bastante la forma en que narras, las imágenes son muy variadas y buenazas,sigue así mi Azul.

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