15 abr 2010

El cuarto.

Por Orlando Argote Caminante

Y el camino se desvaneció bajo una lluvia fina y persistente, faltaban solo diez kilómetros para que Eduardo llegara al pueblo de Zamarripa de los Lagos, pero le era imposible seguir manejando bajo esas condiciones, así que termino estacionado a quince metros de la carretera. Pocos segundos después el sol murió dejando vestido de luto al cielo, un cielo sin fe.

Dos horas más tarde dejo de llover y el cielo se despejo; Eduardo se había quedado completamente dormido en el coche, allá afuera la oscuridad había engullido hasta las estrellas.

Eduardo despertó en una cama desgastada por el uso, confundido miro a su alrededor; el papel tapiz estaba rasgado, los demás muebles de la habitación estaban cubiertos de polvo, en el tocadorcito de la derecha una pistola aguardaba en silencio a ser usada, el péndulo del reloj de pared inmóvil, gotas suicidas caían desde una gotera al piso y apartado en una esquina un espejo. Al levantarse casi tropieza con una cadena, dudo un instante, pero cogió la pistola, camino con cautela hasta la puerta, su corazón en la garganta palpitaba desesperado, giró la manija de la puerta, esta se abrió rechinando de disgusto y por ella entro una oscuridad voraz.

Eduardo despertó en una cama entre sabanas ensangrentadas, lleno de miedo miro a su alrededor; el escaso papel tapiz manchado de sangre, los demás muebles de la habitación estaban repletos de ojos y dedos humanos, el péndulo del reloj en movimiento, gotas de sangre caían del techo y en el espejo del rincón la piel del rostro de un humano colgaba escurriendo sangre. La cadena seguía en su lugar, ya no dudo y cogió la pistola, corrió hasta la puerta, el corazón seguía temblando en la garganta, giró la manija de la puerta, esta crujió al abrirse y por ella entro una oscuridad voraz.

Eduardo despertó en una cama sobre sabanas ensangrentadas, al filo de la enajenación y con los ojos desorbitados miro a su alrededor; clavadas en las paredes mujeres y hombres destazados temblaban por el dolor, los muebles de la habitación bañados en sangre, el tic tac del reloj retumbando en sus oídos, ahora llovía sangre del techo y en el espejo la palabra “sigues” marcada con sangre. Se incorporo temblando, arrastrando los pies intento ir hacia la puerta, pero estaba sujeto por el grillete de la cadena que estaba incorporada a la pared, la manija de la puerta giró y la puerta se abrió. Esta vez la oscuridad no envolvió todo, un hombre sin rostro entro, en su mano izquierda empuñaba un machete; se dirigió paso a paso hacia Eduardo, este asió la pistola y apunto a su atacante que no se inmuto, acciono la pistola, pero nada ocurrió.

5 comentarios:

  1. "todo, un hombre sin rostro entro, en su mano izquierda empuñaba un machete; se dirigió paso a paso hacia Eduardo, este asió la pistola y apunto a su atacante que no se inmuto, acciono la pistola, pero nada ocurrió."

    Siento que de ahí en adelante, queda de mas todo el final.

    Al principio creí que te habías equivocado, que por error habías repetido los párrafos, pero no!!!

    La narración de la historia me encanta.

    El inicio es muy brusco, demasiado diría yo, y la puntuación es muy mala :P Pero la estructura rescata el texto.

    Felicidades! Me gusto bastante!

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  2. Muy buen trabajo. Le falta pulir un poco la otrografía, pero fuera de eso está muy chévere. Lo sentí como una mezcla entre Corre, Lola, Corre, y SAW. ESO!

    Azuloide

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  3. Orlando!!!

    Muy bien, creo que es lo mejor que te he leído hasta el momento.

    Es una buena trama y supiste como manejarla.

    Vi algunos problemitas de puntuación y ortografía. Te serviría bastante repasar el uso de las comas y del punto y coma.

    La estructura y la extensión mejoró considerablemente en comparación del último cuento que recibimos aquí.

    Nada más siento que hay algo muy oculto en el texto que no alcancé a comprender.

    Muy bien!!! Vas mejorando muchísimo semana con semana. :)

    -Cristina

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  4. Desde el punto de vista de la narrativa, eres muy bueno para el terror, creas en el lector una sensación de miedo que no cualquiera puede crearla. Pero eres repetitivo con siertas ideas, sobre todo el pedaso de "desperto en una cama ensagrentado", palabras mas, palabras menos.
    Considero en general que es muy buena tu redacción.

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  5. ¡¡¡Aaahh!!! ¡Suspenso asesino! ¡Sangre! Qué giro más interesante.
    Me gustó mucho esa idea de repetir el inicio de los párrafos, pero creo que te faltó trabajarla. Usas un lenguaje padrísimo, muy expresivo, sobrecogedor.
    Tienes algunos problemas con la puntuación, como que pones muchas ideas de corrido; si no fuera por eso, leerlo sería ágil y entretenido.

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